
Por fin un paso (pequeño) para regular el alquiler de temporada en Catalunya y Barcelona. Un año después de rechazar controlar este mercado el PSC se ha avenido a pactar con ERC, los Comuns y la CUP para incluir la regulación de este tipo de alquileres en el decreto sobre la vivienda que se votará este miércoles en el Parlament.
El acuerdo supone varias novedades importantes que ahora te explicamos, y aunque no elimina este tipo de alquileres, sí que impone ciertas restricciones que pueden ayudar a controlar la expansión descontrolada que estaban viviendo hasta ahora.
Alquileres de temporada sí, precios descontrolados no
Como decíamos, los contratos de alquiler de temporada -esos pensados para estancias cortas, vacaciones o trabajos temporales, de un máximo de 11 meses— no van a desaparecer. No obstante, con la nueva regulación, sí que tendrán que ajustarse al límite de precios marcado por ley, de forma que ya no vivirán en el vacío legal que invitaba a los propietarios a alquilar los pisos por temporadas (a expats o locales) por precios que no estaban regulados.
Además, será obligatorio que en el contrato conste de forma clara si se trata de un alquiler habitual o de temporada, y el inquilino deberá acreditar que su residencia habitual es otra.
Esto, evidentemente, no impide la trampa, pero sí puede ayudar a que los inquilinos barceloneses no se vean en tan clara desventaja frente a inquilinos extranjeros con sueldos mayores. Eso sí, la inseguridad de verse «sometido» a alquileres temporales de máximo 11 meses de duración podría convertirse en una norma.
Otra novedad afecta a los pisos compartidos: la suma del precio de todas las habitaciones alquiladas en un piso no podrá superar el precio máximo que tendría ese piso entero.
Un cuerpo de inspectores de vivienda para controlar abusos
Otra de las grandes medidas del acuerdo es la creación de la figura del inspector de vivienda, que se incorporará a la Ley del Derecho a la Vivienda catalana. Este cuerpo de inspectores podrá revisar contratos, detectar fraudes o cláusulas abusivas y proponer sanciones. Podrán hacer controles tanto documentales como presenciales.
Por otra parte, el acuerdo también prorroga la protección de los pisos de VPO (Vivienda de Protección Oficial) situados en zonas tensionadas como Barcelona. Se alarga así el tiempo en que estos pisos no podrán pasar al mercado libre, con plazos de protección que irán de 10 a 30 años en función del tipo de vivienda y del suelo en el que esté construido.
Además, en estas zonas, solo podrán comprar pisos de protección oficial las personas inscritas en el registro de solicitantes de vivienda.
Con esta medida, Catalunya busca poner fin a la especulación inmobiliaria con los pisos de alquiler temporal.