El año nuevo se estranará con novedades en el Port Olímpic. El Ayuntamiento pondrá en marcha una medidas heredadas del Barcelona ’92 que transformará la zona en un punto de encuentro entre la ciudad y el mar.
Para ello se eliminarán todos los locales de ocio nocturno que pueblan la zona para generar un espacio abierto de actividades deportivas y familiares relacionadas con el mar.
Con la puesta en marcha de este proyecto, cuyo presupuesto no será de origen municipal sino de la renovación de las concesiones, se busca diluir de alguna manera el excesivo uso turístico de la zona que he generado problemas de convivencia y quejas vecinales.
La alcaldesa Ada Colau ha definido el proyecto como un «gran acuerdo de ciudad» por la cantidad negociaciones, consenso y agentes involucrados en su consecución. «Barcelona va a actualizar su relación con el mar, reorientando el Port Olímpic hacia usos más ciudadanos, más deportivos y más náuticos. Abriéndolo a la ciudad”, señaló la alcaldesa, de manera que las discotecas actuales serán sustituidos “por negocios de naútica a partir del 2020, cuando acaben las actuales concesiones”, apuntó la teniente alcalde de Urbanismo, Janet Sanz.
Las obras de remodelación se prolongarán hasta el 2022 y ampliará la instalación doble su superficie de 24.000 a 48.000 metros cuadrados. Se reducirán las terrazas de los restaurantes, se peatonalizará el tramo final de la calle de Marina y se mejorarán las conexiones con los muelles y el dique de abrigo, una infraestructura submarina que evitará que las olas sobrepasen la instalación en caso de temporal. También se eliminarán 400 plazas de aparcamiento en superficie y en el entorno subterráneo de las dos torres, que pasarán de 550 a 150 plazas.