Un símbolo del patrimonio artístico de Barcelona desaparece. El icónico Club Capitol, ubicado en La Rambla, dice adiós después de que el Grup Balañá, gestionador del espacio desde los años 60, anunciara ayer que el propietario no prorrogará el contrato de arrendamiento.
El espacio, fundado en 1926, nació como cine para convertirse en teatro en los años 90. Todo parece indicar que la década de los 2020 el local acabará siendo acaparado por alguna franquicia más rentable.
El Can Pistoles, como también se conoció al Capitol por la fuerte presencia en cartelera de cine de acción, no ha tenido muchas más noticias que la negativa de la prórroga del contrato. Según publica El Periódico, ni ha habido nueva propuesta sobre la mesa ni tan siquiera se ha mencionado una subida de alquiler, sino simplemente se ha transmitido la voluntad de no renovar el alquiler.