Un 25,2% de los vuelos salen con retrasos o son cancelados.
El cambio de nombre no le ha servido al Aeropuerto de Barcelona para mejorar sus prestaciones. El Aeropuerto Josep Tarradellas (recordamos: este es su nuevo nombre) registra los peores porcentajes de España en lo que a retrasos y cancelaciones se refiere.
El estudio, que lo ha publicado Airhelp –empresa que ayuda a gestionar las indemnizaciones tras cancelación o retraso de vuelo–, revela también que 2018 fue un año con muchas incidencias aéreas: 22,4 millones en toda España. Y el aeropuerto de Barcelona es el que más contribuye a engrosar esa cifra: un 25,2% de los vuelos que salen de Barcelona van con retraso o son cancelados.
Huelga decir que en el estudio se señala que no es un mal endémico o relativo al ADN barcelonés. Es, más bien, una cuestión de aerolíneas, de mal tiempo o de huelgas.
Según datos de AENA, en 2018 el Aeropuerto de Barcelona recibió un total de 50 millones de pasajeros. Lo que convierte a Barcelona en el segundo aeropuerto con más tráfico de toda España, solo superado por el de Madrid