Parece una broma del día de los inocentes, como cuando os hablamos de esa coctelería instalada en un container de basura. Pero no lo es. Que el turismo está desbocado en la ciudad no es ningún secreto y, desde hace unos días, tenemos una nueva prueba que lleva la cuestión casi hasta la parodia: un armario eléctrico del barrio de Sagrada Familia se convierte en una tienda de souvenir.
Eso es lo que encontraron el pasado viernes los vecinos del barrio cuando vieron en el cruce de las calles València y Marina que lo que era, hasta hace nada, un centro de transformación eléctrico de alta tensión se había convertido en una tienda de souvenirs para exponer camisetas y otros “souvenirs” típicos.
Tal y como explica Betevé, el Ayuntamiento ha afirmado que técnicos municipales se han desplazado al comercio para comprobar sus licencias y asegurarse de que la tienda cumple las restricciones que tienen las tiendas de recuerdos. En el mismo reportaje, el quiosco turístico asegura que cumplen con la normativa, y que tienen una licencia de actividad por 10 años.
Quedará ver cómo avanza la cuestión pero, sin duda, es una muestra más de la forma en que se desboca el turismo en ciertas zonas de la ciudad.