Que nos estamos cargando el planeta, más que «una verdad incómoda» (como rezaba aquel documental de Al Gore) se está convirtiendo cada vez más en una evidencia incuestionable. Vamos, si ir con mangas cortas en noviembre es algo «normal» que paren el mundo ya, porque yo me bajo.
Para colmo, ahora llega un estudio de científicos de Climate Central para dejar claro lo devastador y horrible del incremento del nivel del mar. Solo hay que ver el mapa interactivo que hay bajo estas líneas para darse cuenta de que, si no tomamos ya cartas en el asunto, en 2100 va a quedar poco de la metrópolis que conocemos. Que sí, que quedan 80 años y muchos de nosotros ni siquiera estaremos ahí, pero… ¿Estamos dispuestos a dejar a nuestros nietos en herencia una Barcelona que será más una piscina que otra cosa?
En los dos mapas se puede ver cómo quedaría Barcelona dependiendo de si las subidas de la temperatura son de 1,5 o de 4 grados de media.
Por descontado, toda la parte de playa y puerto quedaría arrasada. La Barceloneta se convertiría en una isleta alejada de la ciudad. Pero la peor parte será, si no hay remedio, la que se llevaría todo el extrarradio. L’Hospitalet de Llobregat, Cornellá o El Prat (aeropuerto incluído) quedarían anegadas bajo el agua. Eso si nos ponemos dramáticos y lo pensamos a las malas, dando por hecho que la inercia a destruir el planeta continuará a ritmo de cohete. Lo que tienen claro los científicos es que, antes o después, el mar se comerá Barcelona.
Foto de portada: La Sexta Noticias