Es una deuda de 836 millones de euros.
“Acabamos el mandato manteniendo el nivel de endeudamiento más bajo de la última década y el Ayuntamiento depende menos que nunca de la banca privada tradicional”, estas son las palabras que mejor resumen lo transmitido por el teniente de alcalde Gerardo Pisarello.
Y es que, desde que Colau y su equipo se hicieran con el poder en 2015, la deuda del consistorio ha disminuido en 138,4 millones de euros. Haciendo que el total de esta sea 836 millones, mínimos en lo que llevamos de década.
Con respecto a la segunda parte de las declaraciones de Pisarello, lo de la dependencia de la banca privada tradicional, cabe decir que esta dependencia ha pasado del 74,9% al 43,1%. Y las nuevas formas de financiación son las siguientes: emisión de bonos sostenibles (35 millones), banca ética (35 millones) y recursos de banca pública (250 millones).