La solución pasa por una coalición entre los municipios del área metropolitana.
En el peor de las situaciones y en el caso de que la pérdida de litoral fuera progresiva, el avance es de 2,5 metros al año. En el mejor de los casos, de 1,5 metros al año. Las cuentas, que no son exactas porque no hay datos exactos, son las siguientes: en los últimos años se han perdido entre 30 y 50 metros de arena.
Es por eso por lo que la queja desde la jefatura de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Badalona es clara: “la erosión y la pérdida de arena son uno de los grandes problemas de nuestro litoral”, dijo Gregori Muñoz en declaraciones a La Vanguardia.
El problema, que lo escenifica Badalona por ser quizás el caso más extremo y porque el avance del mar –unos temporales de 2017, realmente– provocó la ruptura de un colector que canaliza aguas residuales, es una cuestión relativa y extensible a todo el litoral barcelonés. La superficie de playas del Área Metropolitana de Barcelona se ha reducido lo siguiente: de 2,2 millones de metros cuadrados a 1,7.
No en vano, la solución, aseguran desde el Ayuntamiento de Badalona, pasa por la cooperación del Área Metropolitana de Barcelona. De hecho, Gregori Muñoz pidió o recomendó: “Una comisión de los ayuntamientos metropolitanos del Norte para elaborar un programa de estabilización de playas”.
¿La intención? Poner en marcha un sistema de búsqueda de soluciones para frenar la erosión que se come el litoral barcelonés.