Barcelona es una de las ciudades conocidas como área tensionada. Un término que se utiliza para determinar qué zonas presentan un precio del alquiler medio que ha sobrepasado lo que se considera razonable y será regulado. Según un informe del Gobierno, aquellos municipios donde el gasto medio en vivienda supere el 30% de los ingresos medios se identificarán como tensionados.
Otro factor a tener en cuenta es el IPC de la Comunidad Autónoma, que servirá de referencia para estudiar si el gasto medio en vivienda es desproporcionado. Así, los alquileres que hayan aumentado más de un 5% con respecto al IPC autonómico en los últimos cinco años también se catalogarán como áreas tensionadas.
Teniendo en cuenta los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística, el diario El País ha llevado a cabo un estudio pormenorizado de todos los municipios de nuestro país. Y la ciudad de Barcelona no sale bien parada. Ocho distritos presentan un precio del alquiler medio que sobrepasa ese límite del 30%. El turismo y la población flotante contribuyen a encarecer los alquileres, pero las rentas medias no acompañan a estos datos. Una tendencia bastante similar a la de Madrid, pero con datos aún más desalentadores.
Ciutat Vella es el distrito más perjudicado. Teniendo en cuenta los datos ofrecidos por el INE, en el distrito barcelonés el 43% de la renta media familiar se destina al gasto en vivienda, lo que supone un esfuerzo excesivo para muchas familias. Una realidad muy distinta a Les Corts y Sarrià-Sant Gervasi, que son los únicos distritos que se salvan de ser considerados áreas tensionadas. Esto se debe al elevado nivel de renta media, que permite a sus vecinos soportar con mayor entereza la subida del precio del alquiler, aunque este sea el más alto de toda Barcelona.
16 de las 19 áreas tensionadas de Cataluña están en la provincia de Barcelona. Fuera de sus límites, Girona cuenta con Castell-playa d´Aro y Lloret de Mar, dos municipios en los que el alquiler medio supera el 30% de la renta disponible; y en Tarragona encontramos a Cunit, otro municipio que excede el límite. Si bien es cierto que Cunit colinda con la provincia de Barcelona, y eso podría influir. No obstante, es indudable que el turismo es un factor muy relevante para entender el aumento de los precios del alquiler en los municipios costeros, más allá de las grandes ciudades. Buen ejemplo de ello es Lleida, sin salida al mar y con datos de turismo más bajos, no cuenta con áreas tensionadas.