
Se calcula que en la ciudad condal habitan más de 85.000 palomas, cantidad que quiere reducirse de la forma más natural posible.
En Barcelona hay muchas palomas. Demasiadas. Sabemos que no es ninguna novedad pero llega un punto en el que se hace duro pasear con la certeza de que las posibilidades de que te defequen encima son elevadas. Por eso, desde hace un tiempo, se intenta hacer lo posible para reducir su población. La comisión permanente del Consell Municipal de Convivència, Defensa i Protecció dels Animals ha presentado un proyecto para regular su proliferación sin dañar a los aves: anticonceptivos.
A partir de abril del próximo año, se colocarán 40 dispensadores de pienso anticonceptivo, medida con la que se prevee reducir la población de estos animales entre un 70% y 80% de aquí a cuatro años. Es una medida mucho más ética que la que se venía practicando hasta ahora, basado en la captura.