Paseando por la calle, estamos acostumbrados a encontrarnos a personas de distintas edades haciendo deporte. Algunos salen a correr, otros caminan a ritmo ligero; hay quienes suben escaleras de forma rápida o aquellos que hacen bíceps en la barra metálica de un parque. Si algo nos enseña el deporte, es que deja un gran hueco para la imaginación.
Muchos lugares (e incluso objetos) pueden convertirse en escenarios perfectos para practicarlo. Para eso, es cierto que influye mucho la cantidad de zonas verdes y habilitadas que haya en la ciudad.
Un estudio reciente realizado por Reebok revela que Barcelona es la ciudad española con los habitantes más activos, seguida de Valencia, Zaragoza y Madrid.
Las métricas analizadas giran en torno al estado físico y la salud, como el nivel de actividad física, el porcentaje de uso de bicicletas, la inscripción a gimnasios y otros valores vinculados al ambiente.
Si nos ponemos a analizar las condiciones de Barcelona, encontramos factores muy favorables para la práctica del deporte: a diferencia de otras ciudades, es bastante llana, lo cual promueve el uso de la bicicleta como medio de transporte. Además, cuenta con 130 parques y con unas tarifas de gimnasio que podrían considerarse asequibles.
El estudio también engloba países de todo el mundo, y nos aporta detalles interesantes: Ámsterdam ha sido elegida la ciudad que promueve más el bienestar físico. El gran número de personas que se desplazan al trabajo en bicicleta o la cantidad de suscripciones al gimnasio (casi el 17,5% de la población) son dos factores determinantes. En Oslo, en cambio, prevalece el gran acceso a espacios verdes, con un 68% de la ciudad destinada a este tipo de zonas.