¿Qué es Barcelona, y tú me lo preguntas? Barcelona eres tú.
Barcelona es “vaya, vaya, aquí sí hay playa” cantado a grito pelado, porque como dicen los que no saben, “es como Madrid pero con costa”. No tienen ni idea, no son comparables, ni rivales, por mucho que el fútbol se empeñe en lo contrario. No, Barcelona no es mejor porque el Dream Team haya ganado al Real Madrid en un partido de tantos; ni viceversa.
Barcelona es humedad, te hace sudar como un pollo en verano y te convierte en Tina Turner si tienes el pelo rizado. Es sol y tormenta en un momento; terrazas repletas de gente disfrutando de las temperaturas suaves con el ruido de los cubiertos y las risas como telón de fondo. Alguien haciendo como que escribe en el aire para atraer la atención de un camarero.
Barcelona es mil lenguas sonando a la vez; son conversaciones que entremezclan el catalán y el castellano con algún “merci” de por medio. Modernillos de look afrancesado con un móvil yanqui con una manzana dibujada. Autóctonos que miran al frente o a su móvil, que no se maravillan por lo que hay a su alrededor, turistas que miran a todas partes, también a través de un móvil o una cámara de fotos.
Barcelona es gente ¡Mucha gente! en la Barceloneta, en la Boqueria, en el Parc Güell, en las Ramblas ¿De dónde salen tantas personas? Todo está lleno.
Barcelona es alguien vendiendo pulseras y pareos en la playa. Artistas que malviven de la música poniendo banda sonora a los que pasean por el Parc Güell o la Ciutat Vella. Saltimbanquis con pomperos gigantes, trileros, figurantes en las Ramblas que imitan a Jack Sparrow pero con una historia más interesante que contar. Caricaturistas, “pakis” vendiendo “yonkilatas”…
Barcelona es…edificios de colores con formas rompedoras que parecen sacados del videoclip de Lucy in the Sky With Diamonds; fachadas modernistas y modernas con banderas reivindicativas en los balcones; una catedral que lleva cien años en obras. El problema es que no te puedes parar en plena calle a admirar todo esto porque te atropellan: o los coches, o los peatones o los ciclistas. Sí, Barcelona es preciosa pero nunca hay tiempo para admirarla.
“Barcelona es bona si la bossa sona”, dicen. Mentira cochina, “Barcelona sempre es bona, couyons”. Es una mezcla de todo, la capital del moderneo y del que quiere desentonar de lo mainstream; del que tiene la butxaca llena y del que solo solo tiene calderilla. Del que se manifiesta en Plaça Catalunya y del que vive en Pedralbes. Barcelona es…en fin, única en su especie, irrepetible, inimitable y olímpica.