Y lo es según una lista publicada por la plataforma Cvent.
Es ya una especie casi autóctona en el ecosistema ciudadano de Barcelona, una raza cada vez más popular y habitual entre los viandantes de la ciudad. Nos referimos, claro, a la clásica mujer o al clásico hombre de negocios. En el imaginario, el estereotipo es el siguiente: americana, camisa, maletín y teléfono pegado a la oreja. Su hábitat es l’Eixample o Pedralbes, pero cada vez está más presente en toda la ciudad.
Barcelona ha recibido el distintivo de segundo mejor destino de Europa en materia de negocios. Y no sorprende -o no debería-. Macroeventos como el World Mobile Congress o el IBTM World se han consolidado como de ingresos para la ciudad.
La distinción la ha otorgado la plataforma Cvent -una empresa que presta servicios de software especializado en tecnología de la gestión de reuniones-. Los términos exactos del honor (si se quiere considerar así) serían los de colider del la lista de destino MICE (Meetings, Incentives, Conferencing, Exhibitions). El líder, por cierto, es Londres.
La noticia hay que ubicarla dentro del siguiente dato: España, según spaindmcs, recibe más de 50 millones de turistas de este tipo cada año. Una cifra que se reparte casi en su totalidad entre Barcelona y Madrid, la quinta de una lista que integran 25 ciudades.