Barcelona, su área metropolitana y Lleida no pasarán a la fase 3 de la desescalada. Así lo ha decidido el Gobierno de Torra. La Generalitat por tanto deberá seguir cumpliendo los mandatos sanitarios del ministerio de Salvador Illa hasta el día 21 de junio, fecha prevista para el final del estado de alarma, momento en el que la gestión de la pandemia volverá a manos autonómicas.
A pesar de que el gobierno central había propuesto al gobierno catalán cederle la gestión de la crisis sanitaria a través del pase a fase 3, el gobierno de Torra ha desestimado finalmente la idea a pesar de las dudas de los últimos días.
A partir del día 21 de junio será por tanto competencia del gobierno catalán asuntos como el aforo de los cines, museos o bares, así como decidir si se celebran fiestas patronales o si se permite bailar en las discotecas, entre otros asuntos. Podrán asumir las medidas del Ministerio de Sanidad, pero también flexibilizarlas o suprimirlas.
No obstante las comunidades podrá decretar la cuarentena de un área concreta si la situación lo requiriese. “Una disposición de la ley de Salud Pública permitió al Gobierno canario poner en cuarentena un hotel con 800 personas dentro”, recordó Salvador Illa.