El rechazo es provisional y, como consecuencia, el Museo del Hermitage podría abrir su nueva sede en Madrid, en lugar de en Barcelona, como era su decisión inicial. Los responsables de comunicación del museo ruso más importante (y uno de los más importantes del mundo) hicieron público ayer un comunicado en el que afirmaban que “mantienen la voluntad de sacar el proyecto adelante en la ciudad”, quedando “a la espera de la resolución formal de las administraciones para poder analizar en detalle las implicaciones”.
Ayer, el Hermitage seguía insistiendo, dos días después de que el Ayuntamiento de Barcelona rechazara el proyecto por un tema relativo a la idoneidad de la ubicación (Bocana Norte del Puerto): los temporales y las consecuencias del cambio climático, aseguran técnicos del Ayuntamiento, convierten el emplazamiento en una mala decisión.
Janet Sanz, teniente de alcaldía de Barcelona, decía que “si los promotores incorporan las reformulaciones del proyecto que piden los informes de los expertos y se propone un emplazamiento diferente, el Ayuntamiento estudiará el museo como cualquier otra iniciativa económica privada en la ciudad.”
En ese punto, y habida cuenta de que el no no es definitivo, el Área de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, dirigida por Andrea Levy, ha dicho que empezará las conversaciones con los responsables del Museo del Hermitage. Además, se sabe, según ha informado ABC, que Madrid tiene previstas o estudiadas dos posibles ubicaciones: el antiguo Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi y Madrid Nuevo Norte.
La planta del Museo del Hermitage en Barcelona había sido proyectada por el reputado arquitecto japonés Toyo Ito e iba a ser edificada con una cifra superior a 50 millones de euros (procedentes de iniciativa privada).