A menudo se nos olvida la importancia de los locales de ocio que, además de bares y discotecas, suponen importantes nucleos de cultura para las ciudades. Era el caso de la Universal, uno de los foros más míticos de Barcelona que fue derribada ayer para el disgusto de todos los nostálgicos que allí vivieron parte de sus recuerdos más entrañables.
La discoteca estaba ubicada en el barrio de Sant Gervasi, un importante foco de moda en los años 80. Allí, las paredes de este antiguo local pasaron de acoger un casino obrero a ser testigos la pista de baile de la que hoy las redes sociales se despiden. Cabe imaginar la cantidad de historias que aguardaban los recuerdos de unos muros que han dejado de existir hace apenas 24 horas.
Los derribos del interior ya habían comenzado hacía unos días, pero fue justo en la fecha en que el ocio nocturno reabría sus puertas, cuando una maniobra echaba abajo su fachada y dejaba al descubierto del presente un interior vacío. Desde ayer, las miradas nostálgicas de los vecinos que se paran a despedirla, intercambian mentalmente esos escombros por historias.
Según El Jardi, el Ayuntamiento de Barcelona había pedido posponer el derribo del edificio con la intención de tener tiempo de deliberar sobre el valor patrimonial del mismo. Sin embargo, una vez más ha sido empresa propietaria la encargada de tomar la decisión final e irreversible de acabar con la que para muchos fue su segunda casa.