Hace unos años se estrenó una película ambientada en Barcelona con rollete post-apocalíptico, aunque no acabó de funcionar como se esperaba. Quim Gutiérrez y José Coronado se paseaban por una Barcelona dejada de la mano de Dios. Bueno, realmente no se paseaban por sus calles ya que la premisa de la película era que los humanos no podían salir a la calle o sufrían un extraño ataque mortal.
El caso es que la película nos mostraba una Barcelona de ficción en la que la calle estaba reservada para los animales y poco más. Pero, ¿qué pasaría realmente con Barcelona si no hubiera nadie para sostenerla? ¿Cómo sería una Barcelona sin personas?
La curiosidad nos ha podido y nos hemos puesto a investigar qué le pasaría a nuestra ciudad si de repente dejáramos de existir. Bueno, nosotros y las hordas de turistas. Spoiler: No va a quedar NADA. Cuando los extraterrestres vengan a pasearse dentro de millones de años creerán que todo esto siempre fue campo.
Pero vayamos por partes. ¿Qué pasaría las primeras horas sin nadie cuidando de Barcelona? Lo primero es que nos quedaríamos a oscuras. Eso le quitaría mucho glamour a la ciudad por la noche (la Torre Agbar apagada debe ser siniestra) pero lo más importante es que la gran parte del sistema eléctrico comenzaría a fallar a las pocas horas. Con esos fallos en los sistemas eléctricos (y por ende, de seguridad) muchos animales camparían a sus anchas por Barcelona y no estamos hablando precisamente de gatitos. Solo las centrales hidroeléctricas seguirían funcionando, y las centrales nucleares pasarían a estar en modo de emergencia.
Pocos días después, el gran damnificado sería el metro. Como no habría nadie bombeando agua subterránea, todos los túneles se inundarían. ¿Os imagináis cocodrilos surcando la línea 5? Podría pasar.
Tras algunos meses, le tocaría el turno a las centrales nucleares. Sin más agua refrigerante de la que tirar, comenzarían a fallar y se sucederían explosiones en todas ella. Por suerte en Barcelona no tenemos ninguna. Los pobres animales que pululasen por una Tarragona desierta lo tendrían peor. Allí hay tres.
Además, la ausencia de bomberos acabaría con muchísimos edificios. El fuego se propagaría rápido y sin piedad. La Plaça d’Espanya no estaría muy lejos de esta recreación.
Tras varias décadas, Barcelona aún seguiría en pie, aunque de aquella manera. Lo que sí es seguro es que estaría cubierta de vegetación hasta el último rincón. La naturaleza siempre reclama lo que es suyo. Serían mayoría los edificios con estas pintas. De hecho, incluso se quedan cortas.
Después de alrededor de 3 siglos, todas las estructuras metálicas acabarían derrumbándose fruto de la corrosión. Tendríamos todos los edificios por los suelos. Lo que sí seguiría casi 10.000 años después serían las construcciones hechas con piedra, pero poco más. Sí, la Sagrada Familia no estaría derruida del todo. La erosión y el paso de los años acabaría por borrarlo casi todo. Aunque cincuenta millones de años después seguirían quedando restos de plásticos y vidrios.
Por cierto, si tenéis curiosidad por saber cómo sería esa Barcelona durante las primeras horas, no os perdáis esta pequeña joyita: