Las playas de Sant Martí, Nova Icària, Bogatell, Mar Bella, Llevant y Sant Miquel restringieron ayer por la tarde el acceso debido a la alta concentración de bañistas. Fue durante algunas horas con el fin de garantizar la distancia de seguridad necesaria entre los asistentes en unas playas que, aun sin turistas, empezaron a masificarse.
El aforo se controló como si de una discoteca se tratara: los bañistas que entraban por los que salían. La Guardia Urbana era la responsable del acceso y fueron sus agentes quienes cerraron el paso a estas seis playas cuando la concentración rozó el límite.
El Ayuntamiento de Barcelona afirmó que las playas registraron una alta afluencia de bañistas durante el día de ayer. La de Somorrostro fue, sin embargo, una excepción.