Quienes tenemos perro, bien lo sabemos: sufrimos con frecuencia el desdén de unas ciudades antropocéntricas. Y a pesar de que progresivamente vamos ganando terreno (el acceso de perros al Metro), un poco no es suficiente y queremos más.
Pongámonos en situación: te vas a dar una vuelta con tu perro por, por ejemplo, el parque de la Ciutadella; te encuentras con un par de amigos que están dándole, qué sé yo, al diábolo; os apetece ir a tomar un algo por el Born pero el tiempo no acompaña para sentarse en una terraza; decidís tomaros una caña en x sitio; entonces te acuerdas de que vas con tu perro y que lo más probable es que no pueda entrar en ese bar.
¿Qué haces? ¿Te resignas y volvéis a casa, perro y lector, con el rabo entre las piernas? A partir de la lectura de este artículo no.
Sin el ánimo de que este párrafo sirva de manifiesto en favor de los dueños de perros: queremos entrar en bares sin esperar a llegar y ver si la pegatina de la puerta lo permite. Queremos ir a tiro fijo. Queremos decir: mira, voy a tomarme una mediana aquí porque sé que puedo entrar con mi perro.
Para nosotros, entonces, están los locales de este artículo (y muchos más, por supuesto). Aquí vas a encontrar todo tipo de propuestas gastronómicas: hamburgueserías, brunchs, italianos…
1. Can Solé
Chiste fácil: el propio nombre indica su condición de pet-friendly. Can Solé es un restaurante centenario especializado en paellas, con decoración marinera y en plena Barceloneta.
¿Dónde? Carrer de Sant Carles, 4.
2. The Juice House
De los mejores zumos de Barcelona, a los cuales, si te saben a poco, puedes añadirles un poco de magia: están disponibles en versión mojito. Se sirven brunchs y cuencos de agua para tu perro.
¿Dónde? Carrer del Parlament, 12.
3. The dog is hot
Aquí el chiste también se sirve solo: cómo no va a aceptar chuchos un sitio que se sirve de los perros para ser bautizado. Perritos calientes de carne, vegetarianos y con pan sin gluten. Ambrosía para, literalmente, todos los públicos.
¿Dónde? Carrer de Joaquín Costa, 47.
4. Luki
Decoración variada y carta original (ambos adjetivos son intercambiables entre sí), en Luki se sirve comida healthy y especialidades aragonesas.
¿Dónde? Plaça del Sortidor, 3.
5. Bar Calders
Perfecto para vermutear. Si tienes un mastín es muy probable que dentro se agobie él, quienes le rodean e incluso tú mismo. Pero si tienes un Pomerania puedes entrar perfectamente. También tienen una terraza bastante guapa.
¿Dónde? Carrer del Parlament, 24.
6. EntreDogs Café
Los perros de esta cafetería son su razón y forma de ser. Ellos mismos se definen como «un lugar pensado y creado para los perros». Y es que hacen charlas, jornadas pro-adopción y formaciones para quienes tienen perros.
¿Dónde? Carrer d’Alfons XII, 94.
7. Bernie’s Diner
Restaurante para transportarte a Estados Unidos en los años cincuenta y tener la sensación de que te vas a cruzar con John Travolta y Olivia Newton John. Aquí hay hamburguesas para que salive tu perro mientras te ve comerlas.
¿Dónde? Via Laietana, 20.
8. Fábrica Moritz
Igual que todo el emporio de servicio cervecero de la cerveza barcelonesa por excelencia, se permite la entrada a los perros. Una cerveza tan molona en sus campañas no podía actuar de otra manera.
¿Dónde? Ronda de Sant Antoni, 39-41.
9. Meneghina
Este restaurante que combina comida catalana con comida italiana es la constatación de que la presencia de perros no afecta sobre el mobiliario del local.
¿Dónde? Carrer dels Tiradors, 2.
10. Avenue
Perfecto para un domingo en el que estés sin resaca y te apetezca aprovechar la mañana. Paseito por el Barrio de Gracia con el perro para acabar en este bar tomando uno de los mejores brunchs de la ciudad.
¿Dónde? Torrent del l’Olla, 159.