La sede de la Mutua Universal esconde uno de los secretos mejor guardados de Barcelona, hasta ahora. El palacete se encuentra en el número 17 de la avenida Tibidabo, donde se ubicó el Consulado General de la Unión Soviética durante la Guerra Civil Española. De esa etapa, uno de los vestigios que se conservan es un sorprendente búnker.
El búnker tiene una dimensión de 50 metros cuadrados y está en perfecto estado de conservación, tal y como ha informado La Vanguardia. Entre otros motivos, porque se accede a él en contadas ocasiones y no está permitida la entrada de público general.
Según la misma información, se conservan otros elementos del viejo consulado, como placas y una bandera soviética ya descolorida. Antes de que el palacete fuera requisado para alojar a los soviéticos, el edificio era la residencia de la familia Andreu. El doctor Salvador Andreu fue un eminente empresario farmacéutico y promotor inmobiliario al que se le debe la urbanización del Tibidabo.