Uno de los pueblos más bonitos de la provincia podría ser el protagonista de una escapada única.
Si estás pensando qué hacer este finde para salir de la rutina pero se te han agotado todas las ideas que se te ocurrían para explorar Barcelona nosotros te traemos un plan que requiere coche y carretera, pero con el que llegarás el lunes al trabajo con la sensación de haberlo dado todo. Y serás el único con una sonrisa de oreja a oreja.
En la comarca del Bages, a tan solo una horita y media en coche desde la ciudad condal, se encuentra uno de los pueblos con más historia de la región, conocido sobre todo por su castillo medieval y por su Montaña de Sal. Con una población cercana a los 5.000 habitantes, este pueblo tiene una oferta turística y gastronómica que ya quisieran algunas ciudades.
Entre las muchas actividades que ofrecen (puedes verlas todas en su web dedicada al turismo) hay tres que llaman mucho la atención:
Adentrándose en la montaña
La primera no puede ser más atractiva, porque se trata nada más y nada menos que de meterte de lleno dentro de la Montaña de Sal. Puedes disfrutar de un recorrido por 500 metros de galería de una hora de duración donde te meterás dentro de la roca hasta 86 metros de profundidad. Un paraíso para los amantes de los minerales.
Un viaje a la gloria del pasado
Una ruta por el Castillo de Cardona no podía faltar. Restaurado por completo, esta fortaleza de más de 1000 años de historia acogía a los Señores de Cardona, a quienes se conocían por los Reyes sin Corona debido a todas las tierras y vínculos con la realeza que poseían. De hecho, solo los Reyes de Aragón estaban por encima en la jerarquía de la zona. Podrás visitar tanto la fortaleza moderna como el antiguo castillo. La Torre de la Minyona y la colegiata de San Vicente son parada obligatoria.
Un paseo por la Edad Media
Y no nos podemos olvidar de la propia Cardona.El pueblo tiene ese toque medieval que se respira en cada callejón para convertirlo en una auténtica joyita. Con esta última ruta se puede visitar el Centro Cardona Medieval o la iglesia de de Sant Miquel.
En el castillo y la montaña, por cierto, también se hacen visitas teatralizadas. Un formato que debes probar si no lo has hecho ya porque aporta un plus demasiado divertido como para rechazarlo. Y si vas en familia, será un acierto en toda regla.
SI quieres saber más, no dudes en visitar su web en este enlace.