Hay quien espera las fiestas de Gràcia todo el año para andar sus calles como quien anda por los pasillos de un museo: no falta, entonces, quien se hace un itinerario para en una sola mañana –en una tarde, a tenor de las colas, sería imposible– recorrerse todas las calles del barrio. Recorrerlas y, entonces, poder opinar con criterio y decir: sí, tal calle es la mejor de este año.
Ese tipo de gente ha deliberado. Y la mejor calle del año es la calle Progrés. Y lo es no solo por lo cuidado de su decoración, la minuciosidad del trabajo vecinal y la popularidad de la temática (Harry Potter). Lo es también, queremos creer, porque las colas para entrar en Progrés inundaban de gente la plaça de la Vila de Gràcia.
“Harry Progrés i els 80 guarnits”, ese es el nombre con el que ha sido bautizada la calle. El número del nombre hace referencia a los 80 años que los vecinos de Progrés han decorado su calle. El Castillo de Hogwarts, el callejón Diagon o el despacho de Dumbledore son algunos de los elementos que estaban reconstruidos en la calle Progrés.
El segundo puesto ha sido para la calle Mozart y su biblioteca; mientras que el tercero se lo ha llevado la Travessia de Sant Antoni y su ruta de la seda. Los vecinos de la Travessia de Sant Antoni, además, también puede presumir de haber creado la calle más accesible.