Es el cóctel del verano…y de la primavera, y del otoño. Esta fresca combinación de ron, azúcar y menta ha venido para quedarse. Si el gin-tonic es la bebida de los sibaritas y el postureo, el mojito es la bebida al que ese amigo fiestero te invitará como aperitivo a una noche que, con total seguridad, terminará viendo amanecer en la Barceloneta.
El gin-tonic es una bebida que queda bien tomarla a cualquier hora del día, no así el mojito. Su momento estrella es desde que anochece hasta que el cuerpo aguante y como el perfecto amante cubano: es dulce, con energía y muchas ganas de bailar. El problema es que no lo sirven bien en todas partes: o está muy aguado, o sabe demasiado a ron o todo el azúcar se queda en el fondo. Antes de asegurar que no te gusta el mojito, te recomiendo que eches un vistazo por estos sitios ¿Falta alguno?
Upiaywasi
Carrer de l’Allada-Vermell, 11
“Upiaywasi” es un vocablo quechua que significa “la casa de la bebida”, no es un bar que oculte sus intenciones precisamente. Su decoración es tan caótica como su oferta pero es en esta entropía donde reside su magia; en el poder saborear una bebida alcohólica y una tapa típica de México o Italia con total naturalidad en una mesa estilo rococó, a juego con el resto del mobiliario.
Twist
Rafael Batle, 11
Tú no encuentras el sitio, el sitio te encuentra a ti. En mi caso sucedió una noche paseando por Sarriá. El mojito no es el único cóctel en el que destacan, también son dignos de mencionar sus Dry Martini, Pink Russians (Tequila Rose, Kahlúa y vodka) y gin-tonics. De vez en cuando ofrecen música en vivo y espectáculos de magia, así que es una joya a punto de ser descubierta.
La whiskeria
Carrer Sitges, 3
Sí, ya sé que es paradójico que el mejor mojito lo sirvan en un sitio que se llama La Whiskería pero ¡Es verdad! Preparan el mojito como debe ser: con la hierbabuena bien picada y la dosis justa de lima, ron y azúcar. Por supuesto, también sirven whisky, la bebida espirituosa de los seductores (según Hollywood).
Rosa del Raval
Carrer dels Àngels, 6
Ya sé que el nombre “rosa del Raval” no es muy alentador, a no ser que estés buscando algo muy concreto. Es un restaurante mexicano con una decoración muy simpática y aclamado por los turistas. Lo que ellos no saben es que tienen uno de los mejores mojitos de la ciudad condal, algo que no debe pasar desapercibido entre tanta enchilada, güey y guacamole.
Sofrito Bar
Carrer de Radas, 67
En un restaurante de gastronomía cubana ¿Cómo no iba a faltar el mojito como cóctel estrella? De vez en cuando hacen conciertos de música jazz y también tienen opciones de comida vegetariana y vegana. Sinceramente, es un sitio que invita a ponerse tontorrones a base de cócteles y muchas risas.