Y su uso es apto tanto para niños como para adultos
¿Un castillo hinchable en un museo? Sí, un castillo hinchable en un museo. Antes de nada, antes de saber las razones, antes de saber quién lo hizo, antes de conocer el material con el que está hecho, afirmamos categóricamente que sí, que es la mejor idea del verano y que no puede molar más o que solo podría molar más si fuera más grande.
The White Bouncy Castle, así es como se llama, lleva ya algo más de diez días instalado en la sala oval del MNAC. Y su presencia se entiende desde una perspectiva: la de la colaboración entre el Museu Nacional d’Art de Catalunya y el Festival Grec.
Al respecto, Pepe Serra, director del museo, en declaraciones a medios, ha dicho que aunque no te muevas, si el resto de gente se mueve, se produce movimiento: “Hay una coreografía accidental muy interesante”.
El castillo, que es blanco como el Mercedes de Kiko Veneno, es obra de William Forsythe y Dana Caspersen y mide 35 metros de ancho, 11 de alto y tiene torreones de 13 metros. El precio para disfrutar de él es de 2€ y da derecho a 15 minutos de saltos tanto para niños como para adultos. Ah, y el aforo máximo es de 35 personas y estará operativo hasta el domingo 28 de julio.