El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha anunciado este mediodía en rueda de prensa que Catalunya superará esta media noche el estado de alarma, dando así el salto a la llamada nueva normalidad.
Se hará efectivo a través de un decreto que sigue teniendo muy presente la importancia de la limpieza regular de manos, el uso de mascarillas y las distancias de seguridad. Alber Vergès y Miquel Buch, consellers de Salud e Interior, han explicado algunas de las medidas que compondrán este decreto. La mascarilla seguirá siendo obligatoria mientras no se pueda mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros. En cuanto a los espacios cerrados, su capacidad será del 50 por ciento frente al 75 por ciento en el caso de los espacios abiertos. Esto será así hasta el 25 de junio. A partir de entonces desaparecerán estos porcentajes y serán los propios ciudadanos quienes se responsabilicen de respetar la distancia de seguridad.
Para los lugares más concurridos habrá que demarcar espacios. Los lugares cerrados tendrán un límite de mil personas, dos mil personas en el caso de aquellos eventos con localidades preasignadas; y de dos mil personas en espacios al aire libre frente a las tres mil personas en el caso de evento al aire libre con asientos previamente asignados. Los accesos de entrada y salida no podrán usarse indistintamente para ambos fines y los responsables de los locales deberán controlar el flujo de personas para evitar aglomeraciones.
Estas medidas aparecen solo unos días después de que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, recordase que el estado de alarma podría volver a activarse en caso de haber un nuevo rebrote que así lo demandase.
En el decreto, firmado por un Torra que ha apelado al «deber cívico», también se especifica que el gobierno catalán pasa a ser “plenamente la autoridad competente para gestionar la fase de desescalada”, quedando «sin efecto las medidas de la declaración del estado de alarma” y levantándose las prohibiciones a la movilidad.