Las mascarillas, icono gráfico de la pandemia, fueron las primeras en llegar y ahora los gobiernos buscan a toda costa ser los primeros en librarse de ellas para sumarse un tanto que tiene mucho de político. Sin embargo, los epidemiólogos se muestran muchos más cautos.
En Catalunya, Marc Ramentol, secretario general de Salud de la Generalitat, afirmó ayer domingo que se empezará a reconsiderar el uso de la mascarilla «en las próximas semanas» en función de cómo avance el proceso de vacunación contra la covid-19, y por tanto la inmunidad colectiva.
Ramentol ha explicado que desde Salud se basarán en las decisiones de otros países con niveles de inmunidad más elevados, como es el caso de EEUU, donde los vacunados ya están exentos de utilizar la mascarilla.
Sin embargo, la comunidad científica no parece sostener de forma unívoca la eliminación paulatina de las mascarillas de nuestras vidas. En declaraciones recogidas por eldiario.es, Gema Escobar, directora del Centro Universitario de Ciencias de la Salud San Rafael-Nebrija, afirma que «ahora mismo no es el momento» de deshacerse de las mascarillas, lo que supondría el «símbolo más visible de que esto se ha acabado». Escobar añade además que «es una herramienta más política que científica, y la ciencia aún no tiene suficientes evidencias de que podamos eliminarla”.