Barcelona tiene una puerta al mar que muchos desconocen. En una ciudad que muchas veces parece relacionarse con el agua solo a través de la playa, a menudo olvidamos que un club municipal nos abre las puertas a la navegación para encontrar otras maneras de vivir nuestras olas.
En sus instalaciones, que huelen a salitre desde la puerta de entrada, las máquinas de fitness dejan lugar a los kayaks, los catamaranes y las tablas de windsurf.
En este gimnasio particular (con precios de gimnasio normal) los barceloneses tienen clases de iniciación a la navegación o paseos en kayak, todo con el mismo objetivo: «Promover el acceso al mar como deporte y como estilo de vida en cualquiera de sus disciplinas».
La historia de un club construido sobre el agua
El Centro Municipal de Vela abrió en 1992, con los Juegos Olímpicos. El año que Barcelona se abría al mar también se abría un centro que formaba parte, originalmente, de los equipamientos de los JJOO.
Bajo las torres Mapfre, al lado de la Vila Olímpica y sobre el Moll de Gregal, sobre el mar, el club sigue en pie, 30 años después siendo la plataforma de acceso a los deportes de agua para los barceloneses.
Lo que empezó como una escuela de Vela, windsurf o catamarán, se amplió en 2012 con la ampliación como Centro Náutico, incorporando actividades como el paddle surf, el Kayak o el submarinismo, convirtiéndose en el centro de las actividades marinas de la ciudad.
Volver a aprender a nadar
Si nadar, según la RAE, es flotar, navegar es otra forma de nadar. En el Centre Municipal de Vela enseñan varias de ellas. Sus clases de iniciación abarcan todo tipo de barcos de vela: Velero, catamaranes, Regates, Laser Vago… Todo lo necesario para surcar las aguas de Barcelona con algo más que tu colchoneta inflable.
Además, hay clases de kayak, paddle surf o actividades puntuales. Una vez realizadas las clases, los abonados tienen descuentos para alquilar el material con facilidad y disponer, siempre que quieran, de un acceso rápido al mar.