La playa de Sant Adrià del Besòs ha sido clausurada por el Ayuntamiento después de que se detectaran niveles de elementos cancerígenos superiores a los permitidos, según publica Tot Barcelona. La razón del cierre ha sido la presencia de metales pesados en la arena de la playa.
La empresa Tecsòl ha sido la encargada de elaborar un estudio en el que se determina que existe riesgo por parte de niños de ingesta o de contacto con este tipo de materiales. Para considerar la exposición a estos materiales como peligrosa, el informe habla de alrededor de 7,5 días como una exposición aceptable, aunque se calcula que la media de días que los menos acuden a la playa es al menos de 60.
Tras tomar diferentes muestras en puntos diversos de la playa en una superficie total de 8.600 metros cuadrados, los datos apuntan a acumulaciones de plomo y cobalto que exceden los niveles recomendados en siete y cuatro muestras respectivamente de las nueve recogidas en total. Solo en una muestra se rebasan los límites de de arsénico, níquel, zinc, molibdeno, vanadio y benzopireno.
Esta franja del litoral barcelonés estuvo ocupada durante muchos años por fábricas con un gran potencial contaminante, como la icónica y abandonada central térmica de las Tres Chimeneas de Endesa.
El descubrimiento se hizo en un proceso tras la redacción de un informe encargado a la empresa responsable de instalar en la playa una red de cables submarinos de fibra óptica. Los responsables de la obra dicen que no se puede establecer una conexión directa entre su intervención en la playa y la aparición de estos materiales contaminantes, y que probablemente los materiales mencionados ya estuvieran allí antes.