Ya está completado un 70% del templo.
(Léase la siguiente frase con voz de speaker de boxeo): En la fachada de la Passió, con 7’5 metros de alto, 4’25 metros de ancho y 18 toneladas de peso… ¡la Creu Gloriosa!
Con esa espectacularidad se podría tratar la presentación de un elemento que ya estaba en los primeros croquis de Gaudí, en 1892, y que ha tenido que esperar 136 años para saberse materializada. La Creu Gloriosa, así se llama, es una cruz triunfal, con lo que se representa sin la imagen de Cristo.
Además, a la cruz le acompañarán tres ángeles. El primero, en gesto de veneración: alzando los brazos como si levantara la cruz. El segundo, en un ademán de amor y respeto. Acariciándola. El tercero, arrodillado y levantando con una mano el cáliz de la sangre de Cristo.
Ahora bien, la instalación de la obra no ha sido baladí. No se puede obviar que el mamotreto pesa 18 toneladas y sólo está anclado por la base. Con lo cual, tiene un revestimento especial antiterremotos y antiventoleras.
El proceso de puesta en marcha tuvo lugar ayer entre las 7 y las 8:30 de la mañana, obra para la cual fue cortada la Calle Sardenya en el tramo entre Provença y Mallorca. Siendo, además, necesario el uso de una grúa autopropulsada.
Los encargados de ponerla en el cimacio, a 30 metros de altura, han dicho en declaraciones a diferentes periódicos que ha sido un verdadero reto. Un reto que bien vale (visualmente, al menos) un paso más en el camino que es la finalización del templo de Gaudí.