Hace unos años, en una final de la Europa League entre Atlético de Madrid y Athletic Club disputada en Bucarest, hubo más de un aficionado que se confundió comprando el billete de avión. Estos pocos pobres diablos se plantaron en Budapest –en vez de en Bucarest– por el parecido fonético de los nombres de ambas ciudades. Es un poco como preguntarse qué clase de Dios permitiría que el azúcar se pareciera tanto a la sal. Pero bueno, ese es otro tema.
En el caso de Bucarest y Budapest existe un parecido fonético evidente. En el que nos ocupa a nosotros, no es que el parecido fonético no exista: es que la similitud (en algunos de los casos) es absoluta, letra a letra. Por lo que, en todo caso, sería algo así como una suerte de «polisemia geográfica».
La historia es que, sea por curiosidad o por ir orientando a posibles confusos que pudieran acabar en Venezuela habiendo querido viajar a España, ahí va el dato: según un bosquejo de ElPeriódico, existen 52 localidades con el nombre de Barcelona. Con el nombre como tal –a cholón– o con derivados del mismo. Derivados, quizás, porque son parte de un topónimo compuesto. Como San Antonio de Barcelona en Brasil o Villa Barcelona en Puerto Rico. O, quizás, como una traducción como Barcellona en Italia.
El tema es un poco como el músico que hace una cover de una canción que le gusta. O ese es el caso de una aldea de Cornwall, cuyo fundador, un tal Jonathan Trelawny, estuvo en Barcelona y se enamoró de la ciudad de tal manera que le puso el mismo nombre a su aldea.
La lista se va llenando con las siete Barcelonas de Filipinas, la de Ecuador, las cuatro en Brasil. Y hasta llegas a las, como decíamos, 52 ciudades llamadas Barcelona que se encuentran repartidas entre 15 países. Siendo la de Venezuela la más grande de todas, con más de 400 mil habitantes. Sea como fuere, en ninguno de los casos ha pasado como con Nueva York, es decir, ninguna ciudad bautizada como la nuestra ha llegado a ser más popular que la original.
Y hablando de la otra Europa, no podía faltar la versión kitsch de Barcelona, la de EEUU. Se encuentra muy cerca de las Cataratas del Niágara y su nombre completo es Barcelona Harbor. Un nombre que, por otro lado, nos podíamos haber inventado ahora mismo y acertar, pero no ha sido el caso.