Lo cierto es que Barcelona es una ciudad más de amaneceres que de atardeceres. El sol emerge del mar, como quien sale de un baño largo, lo que hace el espectáculo más panorámico y dilatado en el tiempo. Pero tienen un inconveniente: hay que madrugar. Los atardeceres, sin embargo, son algo menos vistosos al ocultarse el sol tras las montañas, aunque el espectáculo de luces y color que tiñen el cielo es igualmente digno de ver.
A continuación os dejamos algunos de nuestros sitios favoritos, aunque bien puede servir cualquier sitio en alto con vistas panorámicas a nuestra bella ciudad.
Los búnkers del Carmel
Un clásico de la ciudad. Cualquiera que lo haya visitado entenderá por qué no es recomendable subir andando. La línea 24 de autobuses os deja casi allí, y ahora que hay pocos turistas la experiencia será aún mayor. Si te sientas de cara a la ciudad, el sol se pondrá a tus espaldas, escondiéndose tras el Tibidabo. Si por el contrario prefieres madrugar, verás el sol emerger del mar.
El Parc Güell
Si hubo algún momento idóneo para visitar esta joya, sin duda es ahora que los turistas escasean. Y si ya lo conoces sabrás por qué ocupa un lugar por derecho propio en esta lista.
Museo Nacional de Arte de Catalunya
Sentarse en las escaleras de entrada al museo y ver la vida pasar siempre es un regalo a una misma. Pero si además delante de ti se pone en marcha el espectáculo de luces del atardecer, la experiencia es doblemente gratificante.
El Observatori Fabra
La ubicación de un observatorio astronómico como este es uno de los principales requerimientos. Por ello las vistas están aseguradas. Ubicado a 415 metros sobre el nivel del mar, en un contrafuerte de la montaña del Tibidabo, esta ubicación es un acierto asegurado.
Mirador de Migdia
Resulta chocante que a solo un paseo de las calles de Barcelona puedas encontrar lugares tan bucólicos como este. Allí, entre pinos y con mesas de pícnic a tu disposición, puedes ver otras de las puestas de sol más bellas de la ciudad.