Coctelería, claro, por su razón de ser y existir: hacer cócteles. Cocina, por la elaboración de algunos cócteles, como el de tacos al pastor, que es exactamente eso: una reconsideración del típico plato mexicano. Teatro, porque el proceso de creación de cada una de las consumiciones es una auténtica obra interpretativa. Laboratorio, por la innovación y el background científico en la elección de ingredientes para cada uno de los cócteles.
Cócteles, por cierto, que, en medida de lo posible, son autónomos. En Dr Stravinsky tienen sus propios fermentados, su propia tónica, incluso su propia ginger beer. Como si le dijeran al Macro: «Quita, quita, que tú no sabes».
El caso es que en relación al titular, hemos de decir que la autoría de esta afirmación tan rotunda, tan autoritaria, tan perentoria, no nos corresponde. Bueno, nos corresponde porque la hemos escrito nosotros, pero no somos nosotros quien le damos esa distinción.
El éxito del Dr Stravinsky sólo se entendería si su edad medida en años de perro fuese su edad real: apenas siete años y poco bajo esa idea. Vamos, que es increíble que en un año y medio esté considerada como está considerada. Bueno, es increíble que haya recibido los galardones que ha recibido. En 2017 consiguió colarse en el top ten de los Tales of Cocktails, llevarse el premio a mejor bar nuevo de Europa y a la coctelería con mejor menú de España. Ahora es el mejor bar de España según los Coaster Awards 2018.
Pero, una última cosa, no hacía falta la distinción de mejor coctelería de España: ya lo sabíamos.