Desde siempre los edificios de Barcelona han sabido llamar la atención. No es algo que digamos nosotros, sino que es una opinión compartida entre quienes nos visitan. Por desgracia, algunos de ellos ya no están entre nosotros. Hoy hemos rescatado de la memoria estos diez edificios que durante una época eran la envidia de otras ciudades.
1. El Torín
Fue la primera plaza de toros de Barcelona y estuvo operativa en La Barceloneta desde 1834 hasta 1923, a excepción de seis años entre 1835 y 1841 con motivo de los disturbios de los conventos (comenzaron en la plaza por la «mala calidad» de unas corridas y la cosa derivó en la muerte de varios frailes). La plaza fue derribada en 1944 y hoy en día su lugar lo ocupa la Torre Mare Nostrum.
2. Casa Gralla
La Casa Gralla fue uno de los edificios señoriales de estilo renacentista más importantes de Barcelona y se encontraba en el carrer de la Portaferrissa. No está muy clara su construcción, pues los arquitectos y años bailan en una tesitura propia de los siglos en los que fue construida, aunque se cree que su aspecto final llegó con el Siglo XVI. En esta casa se alojó gente de gran importancia como Fernando el Católico. Fue derribada en 1856 pese al descontento de muchos sectores para conectar el Carrer de la Portaferrissa con el Carrer de la Canuda, dando lugar al actual Carrer del Duc.
3. Hotel Internacional
El hotel se construyó expresamente para la Exposición Universal de 1888 en el Passeig de Colom y se edificó en… ¡53 días! Para ello había turnos de trabajo nocturnos y se contó con 650 albañiles y peones, 100 carpinteros y 40 yeseros. Desde su comienzo, el proyecto estaba marcado por su temporalidad (se derribaría al final de la Expo) aunque poco a poco fueron surgiendo defensores de hacer permanente el inmueble. Finalmente, el edificio cumplió su cometido y fue demolido el 1 de mayo de 1889, un año después de su inauguración. Tenía 600 habitaciones y 30 apartamentos para familias numerosas con una capacidad total para 2.000 personas.
4. Antigua sede del Círculo Ecuestre
Después de varias mudanzas, el Círculo Ecuestre se afincó por fin en el 38 del Passeig de Gràcia. El edificio fue inaugurado el 26 de octubre de 1926 por el rey Alfonso XIII. Tenía una fachada de mármol de 35 metros de altura y fue uno de los edificios más trascendentes de la época. Pero todo cambió con la llegada de la Guerra Civil y la ocupación de Barcelona. La Falange tomó el edifico y cuando se deshizo de él en 1947 el Círculo Ecuestre no tenía la economía suficiente para mantenerlo.
5. Pabellón de la Compañía Trasatlántica
El estilo nazarí ya nos da una pista de quién proyectó este pabellón para la Expo del 88, ¿verdad? Pues sí, este edificio pertenece a la época en que a Guadí le dio por lo mudéjar. La Compañía Trasatlántica pertenecía a Antonio López y López, marqués de Comillas, para el que Gaudí estaba acabando por esos años El Capricho. No se sabe a ciencia cierta cuándo fue derribado. Hay varias versiones, algunas apuntan a que se derrumbó tras la Expo, otras sitúan su fin en 1920 y también existen teorías que lo fechan en 1960.
6. Palau de Belles Arts
El Palau de Belles Arts te servía para un roto y para un descosido. Por decirlo de alguna manera, era una especie de sala multiusos. Fue construido también con motivo de la Expo del 88 y fue el edificio que acogió la inauguración oficial del evento que marcó el cambio de Barcelona. En él se hacía de todos, lo mismo te servía como sede para exposiciones artísticas, te albergaba conciertos, te hacía de recinto deportivo o te valía como sala de actos. Fue alcanzado durante la Guerra Civil por una bomba de la Aviación Legionaria Italiana, lo que lo destrozó considerablemente. Tras barajar varias opciones (como reformarlo en estación de autobuses) finalmente se decidió por demolerlo en el verano de 1942.
7. Portal de Mar
Bueno, realmente hubo dos portales de Mar. El primero se construyó entre 1553 y 1563 para abrir un paso a través de las murallas de la antigua ciudad romana a la zona de La Barceloneta. Este se derribó en 1833 para construir una nueva que duró apenas 15 años, cuando a los responsables les dio por derrumbar toda la muralla romana.
8. Bar Torino
La vida del Bar Torino fue breve pero intensa, apenas nueve años entre su inauguración en 1902 y su cierre en 1911. Abierto en el número 18 del Passeig de Gràcia por Flaminio Mezzalama (un italiano de Turín, de ahí el nombre) el local alcanzó pronto gran fama en parte por su estilo modernista, en el que participaron infinidad de reconocidos autores de la época: Antoni Gaudí, Pere Falqués, Josep Puig i Cadafalch, Eusebi Arnau, Ricard Urgell…
9. Casa Trinxet
La casa fue un encargo del empresario textil Avel·lí Trinxet i Casas al arquitecto modernista Josep Puig i Cadafalch. Se terminó en 1904 y estaba situada en el 268 del carrer de Córcega. También contribuyó a su diseño Joaquín Mir Trinxet con sus pinturas murales. Fue derribada en 1965, aunque se conserva buena parte del mobiliario.