
Los clubs de cannabis de Barcelona son historia. La noticia se conocía hace unos días y esta semana el Ayuntamiento ha iniciado los trámites. El primer paso ha sido notificar a los espacios, alrededor de 200 asociaciones cannábicas, que deberán cambiar su actividad si no quieren cerrar, según informa elDiario.es.
En la carta que desde el Consistorio se ha enviado a los clubs se avisa de que se les permitirá «únicamente llevar a cabo la actividad de club social», pudiendo «proporcionar información, elaborar o difundir estudios y realizar propuestas, expresar de cualquier manera opiniones sobre la materia y promover reuniones o seminarios» sobre el cannabis, pero de ninguna forma se permitirá «la promoción del consumo de cannabis, su cultivo, su distribución ni ninguna otra actuación o conducta que pueda ser constitutiva de infracción administrativa o penal».
Evidentemente, este cambio de modelo supondrá el cierre de la mayoría de estos locales. La medida llega después de que la Justicia tumbara la normativa que regulaba estos clubs, normativa que fue aprobada por la mayoría del pleno municipal en el 2016. El último en oponerse a la norma del Ayuntamiento barcelonés fue el Tribunal Supremo.
Según explica el citado periódico, una vez notificado por carta este ultimátum a los clubs, el Ayuntamiento empezará a realizar inspecciones en los locales para garantizar que se cumple con el mandato judicial y que, en esencia, ya no se puede adquirir cannabis allí, una práctica que se había convertido en norma con total naturalidad para muchos fumadores de la ciudad. Tanto es así que muchos clubs se habían unido para firmar un código de buenas prácticas para lavar su imagen y cerrar filas frente a esas otras asociaciones cannábicas que utilizaban el escudo asociativo para, en la práctica, vender cannabis a cualquiera.