A primeras horas de la mañana de este jueves 8 de abril, algunos transeúntes han presenciado un efecto que sucede en contadas ocasiones pero que posee una belleza magnética. El sol ha aparecido deformado a consecuencia del aire caliente que, en contacto con la superficie, ha reflejado la luz del sol y ha deformado su figura dando lugar a un hermoso efecto espejo, más conocido Efecto Omega.
El Efecto Omega ha sido inmortalizado en el Mediterráneo de forma poco frecuente por algunos fotógrafos afortunados. Es el caso de la foto de esta noticia, tomada en la costa menorquina a finales de enero de este mismo año.
La silueta del sol ha dado pie a numerosas comparaciones con diferentes símbolos u objetos. Sin ir más lejos, la letra griega omega se dibuja exactamente igual que la figura del sol cuando se produce el efecto, con el que comparte nombre y significado. Omega representa un final, como podría ser el fin de la noche y la llegada del día.
Julio Verne logró ver más allá de la letra griega y llegó a comparar la silueta del sol con la de un jarrón etrusco. La lista de parecidos es extensa, y quién sabe si se verá ampliada. El tiempo siempre suele dar una perspectiva distinta de las cosas…
Foto de portada: Marc Estrada