La polémica ampliación del aeropuerto de El Prat se suspende por «falta de consenso institucional» y «pérdida de confianza» en el Govern. Así lo declaró ayer la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez.
Los planes para ampliar la tercera pista del aeropuerto habrían supuesto, entre otras cosas, 20 millones de viajeros más al año, además de la incidencia medioambiental del aumento del tráfico aéreo y de las obras, que deberían acometerse en la zona de La Ricarda y sus alrededores, una área protegida de la red natura 2000.
El rechazo por parte de algunos miembros del Govern y del Ayuntamiento de Barcelona al proyecto ha sido frontal. «En los últimos días el Govern ha cambiado su posición e incluso hemos conocido que miembros de la Generalitat puede que asistan a la manifestación en contra de este proyecto», señaló la ministra.
No solo el movimiento ecologista se oponía a la ampliación de esta pista. Ayuntamientos de la zona, incluyendo el del municipio de El Prat y también los Comuns desde el Consistorio de Barcelona, ya se habían mostrado en varias ocasiones en contra del proyecto por las afectaciones medioambientales tanto en la zona del Llobregat como por las emisiones de CO2 que supondría la ampliación del número de vuelos. Desde el Govern, especialmente por parte de ERC, a cargo del departamento de Acción por el Clima, también se señaló que no podrían incumplirse los compromisos europeos en la zona protegida. Aunque también desde el Gobierno de Pedro Sánchez se alzaron voces críticas, como la de su vicepresidenta Yolanda Díaz.
Así las cosas, Aena dejará fuera del Documento de Ordenación Aeroportuaria (DORA) una dotación presupuestaria de 364 millones de inversión para unas obras que se deberían extender durante los próximos cinco años en el aeródromo barcelonés.