El Hospital Vall d’Hebron de Barcelona ha conseguido avanzar un paso más en la lucha contra el cáncer de mama. La verdadera peligrosidad de esta enfermedad es su metástasis.
El 90 por ciento de las muertes por cáncer de mama derivan de la expansión de las células tumorales a otros órganos, una expansión que se produce gracias a la comunicación entre las células tumorales y las de su alrededor a través de la producción de vesículas que otras células captan. Y, según la investigación parece apuntar, la integrina B3 podría ser clave en la captación de vesículas y, por tanto, serlo también a la hora de frenar la propagación de células malignas.
Así lo ha confirmado un equipo de investigadores del grupo de Patología Molecular Traslacional del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR), en colaboración con el CIBER de Cáncer (CIBERONC). Al ser esta proteína la responsable de la comunicación intracelular, al inhibir esta proteína se estaría anulando la comunicación entre las células tumorales y las no tumorales, y por tanto anulando también la metástasis.
Ahora, el equipo de investigadores trata de dar con inhibidores de esta proteína, lo que se postula con la vía más eficaz para frenar la metástasis. Este mecanismo de comunicación entre células gracias a esta proteína ya ha podido verse como el responsable en la propagación de otras patologías como la provocada por el virus del herpes al contagiar a células humanas.