Ojalá las clases de Historia del Arte hubieran sido así. Nada de aprenderse de memoria tantas fechas e inventarios de títulos y acontecimientos colocados como en una lista de la compra y, en lugar de eso, viajar al interior de las obras, interior que, en parte, puede encontrarse en la vida de los artistas. Ojalá las clases de Historia del Arte hubieran sido un viaje, por ejemplo, a la Costa Brava y bañarse en el mar cerrar los ojos y tratar de imaginar a través del tiempo.
Las tres líneas unidas por Cadaqués-Portlligat, Figueres y Púbol, son los tres lados del triángulo imaginario que señala, sobre el mapa de Girona, la ruta del Triángulo Daliniano. Una ruta administrada por la Fundación Gala-Salvador Dalí, que abarca 98 kilómetros y que se completa en 2 horas de carretera sin paradas. Sí, un dato prácticamente innecesario teniendo en cuenta que esta ruta se hace necesariamente con paradas, pues pararse es, si no la primera, una de las premisas más básicas del arte, tanto para el que crea, como para el que observa.
El camino se realiza cómodamente en coche y, aunque es posible completarlo en un sólo día, la verdad es que lo ideal es reservar al menos dos días enteros para disfrutarlo con calma y aprovecharlo como se merece. Se trata de una ruta cultural, cuyas paradas nos enseñarán lo más íntimo y significativo de la vida de Salvador Dalí, su trayecto vital como artista. Sin embargo, no nos olvidemos: dichos puntos de interés coinciden con algunos de los lugares más bonitos de la Costa Brava, por lo que, en este viaje, lo cultural puede ser extensible a otros aspectos como el paisaje o la comida. He aquí el plan perfecto para cualquier fin de semana del año.
Cadaqués-Portlligat
Esta ruta comienza nada más y nada menos que en el Cap de Creus, en la zona norte de la Costa Brava, donde se encuentra Cadaqués, el pueblo que Dalí eligió para vivir. Aquí se construyó una casa rodeada de la paz y la belleza de Portlligat, un punto pegado al famoso pueblo. Aquí, la visita obligada es la Casa Museo de Portlligat, que en su momento fue el lugar donde Salvador Dalí vivió y trabajó por más tiempo en toda su vida, hasta que el amor de su vida muriera, en 1982.
En esta visita, que se puede realizar en apenas una hora, se nos muestran las estancias que el mismo artista reformó y construyó en parte: el taller donde pintaba, la biblioteca donde leía y escribía, la piscina y el jardín donde descansaba. Además de poder disfrutar del encanto de la pequeña playa bordada de barquitas en la que se ubica la casa, una vez finalizada la visita también podemos acercarnos al Paraje de Tudela. Estr forma parte del Parque Natural del Cap de Creus, está a media hora en coche y merece absolutamente la pena. No sólo por la belleza del lugar, sino porque allí nos encontramos con las piedras originales que inspiraron dos de las obras surrealistas más importantes de la Historia: El gran masturbador y El Espectro del Sex-appeal.
Figueres
Donde nació el artista encontraremos sus obras más destacadas. El edificio del Teatro-museo Dalí en Figueres es en sí mismo una pieza de arte brutal que nos traslada inmediatamente a un mundo fantástico. Fue el mismo Salvador Dalí quien lo diseña y construye en 1974. Un edificio colmado de elementos dalinianos pero inspirado en el teatro italiano y fundamentalmente neoclásico. La gran colección que contiene, lo convierte en un templo del arte surrealista.
Justo al lado, también encontraremos Dalí-Joyas, una colección de joyas de oro, piedras preciosas, dibujos y pinturas que Dalí creó para sus obras entre 1941 y 1970.
Púbol
En 1969, Salvador Dalí compra a Gala, su compañera de vida, un castillo en este pueblito. Hoy día la Casa-Museo Castillo Gala Dalí que contiene la colección de los vestidos de Gala de alta costura (los vestidos de gala de Gala), la tumba donde yace su cuerpo, el salón del piano o el Cádillac que condujo junto a su marido. Salvador Dalí había prometido a Gala que sería la reina de un castillo y el elegido fue un precioso castillo del siglo XI que hubo sido centro del señorío de Púbol.