Restos de hace 12 millones de años se pueden ver en algunas de las paredes de varios lugares de este estilo en Barcelona.
Seguro que el Palau de Justicia de Catalunya, el Palau de la Duana o la Casa Pascual i Pons son objetivos de muchas de las cámaras que visitan nuestra ciudad. No es para menos, porque estos tres edificios modernistas se dejan ver.
Lo que es seguro que no saben casi la totalidad de personas que manejan esas cámaras es que en las paredes de los edificios que fotografían hay mucho más que una buena postal de un vestigio de un estilo arquitectónico que marcó toda una ciudad. De hecho, lo que hay entre sus paredes está ahí antes incluso de que fueran paredes. Está ahí incluso antes de que Barcelona existiera.
Y si no lo crees, solo hace falta una foto:
Eso que veis es una madriguera de un bicho que vivió hace 12 millones de años en lo que hoy es la montaña de Montjuïc, solo que por aquella época todo el lugar estaba debajo del agua.
Todos estos edificios tienen una cosa en común: las piedras con las que se construyeron provienen de canteras que se ubicaban ahí. Estos fósiles urbanos son una rareza, aunque ya existían precedentes en ciudades como Alcoy, Burgos, León, Segovia, Toledo, Vizcaya o la propia Barcelona.
Foto de portada: Pere López (Wikimedia Commons)