Le llegada de una masa de aire del Atlántico traerá a partir de mañana un pequeño adelanto de lo que normalmente debería corresponderse con un clima propio de finales de verano. La atmósfera comenzará a moverse y eso hará que las temperaturas desciendan al tiempo que se desestabilicen.
En Cataluña no notaremos este varapalo de frío hasta el sábado, cuando llegue procedente del oeste de la península, por donde comenzará a sentirse ya desde mañana. De viernes a sábado la bajada de temperatura será muy considerable (entre 8 y 10 grados), pero en Barcelona el cambio no será tan grande. Eso no significa que no vaya a sorprendernos, ya que, igualmente, puede que la temperatura baje de los 20ºC, sobre todo el domingo, algo que en plena canícula cada vez ha dejado más de ser lo normal, sobre todo como consecuencia del cambio climático.
Si hablamos de planes de agosto, para muchos esto será un bajón (y no sólo de temperatura), sin embargo realmente son de agradecer un par de días fresquitos y húmedos, sobre todo si traen lluvia, ya que este año está siendo especial (y preocupantemente) seco. Y parece que, al menos en el interior, podrían ser intensas y con granizo.