El planeta se sigue calentando a un ritmo preocupante. El último en dar cuenta de esto ha sido el Servicio del Cambio Climático Copernicus, que asegura que Europa ha vivido el año más caluroso de su historia. Desde que existen registros, claro. Con este ya son tres los años consecutivos que la temperatura media aumenta en verano respecto al año anterior.
La subida es significativa, especialmente si se tiene en cuenta que el incremento se ha dado en apenas unos años. Este año, la temperatura ha sido 0,1º C superior a la registrada en los veranos (julio y agosto) de 2010 y 2018. Pero si lo comparamos con la temperatura promedio del segmento 1991-2020, el aumento de temperatura respecto de este verano que ya acaba es de un grado.
Pero el Servicio del Cambio Climático Copernicus no ha sido el único en hacer sonar las alarmas este verano. También la Agencia Estatal de Meteorología española ha apuntado que la ola de calor que se vivió este agosto entre los días 11 y 16 como «ha estado al nivel más alto de las registradas en España desde 1975 en cuanto a su intensidad, y entre las más altas también en cuanto a extensión».
El premio gordo este verano se lo llevó Sicilia, donde se registró el día 11 de agosto la temperatura más alta registrada hasta ahora en Europa: 48,8º C, dato verificado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).