En Catalunya una llama del tamaño de un puño que nunca se apaga sirve para iluminar las plazas de todos los pueblos y ciudades del país. La llama descansa en un castillo lejano, en Perpiñán, donde, como la llama olímpica, se mantiene encendida eternamente esperando a que, una vez por año, alguien la lleve hasta la cima de la montaña del Canigó, donde encenderá una hoguera que servirá para iluminar las noches de San Joan de toda Catalunya. Es la Flama del Canigó, el fuego de la unidad de los pueblos catalanes, una de las tradiciones, quizás, más épicas y desconocidas de nuestro territorio.
La llama que empezó en un poema
Como explican desde el Ayuntamiento de Barcelona, en 1955 Francesc Pujades, un vecino de la Catalunya del Norte (Francia), inspirado por el poema Canigó, de Jacint Verdaguer, tuvo la idea de encender los fuegos de San Juan en la cima de la montaña y repartió la llama por todas partes. La costumbre se extendió rápidamente, y en 1966 el fuego pasó la aduana por primera vez y llegó a Vic. Pese a la dictadura franquista, la tradición se fue extendiendo por todos los territorios de habla catalana como símbolo de pervivencia de la cultura del país.
Desde entonces, cada madrugada del 22 al 23 de junio, la Flama del Canigó sale del Castellet de Perpiñán, sube hasta la cima del Canigó y prende una hoguera que sirve para alumbrar una hoguera con la que los voluntarios iluminarán candiles que harán extenderán la llama por todo el territorio catalán. Andando, corriendo, en bicicleta, en barco, a caballo… la Flama viaja de mil maneras distintas para llegar a tiempo a las plazas de las distintas poblaciones catalanas y alumbrar en ellas las hogueras de San Juan, mezclando así dos tradiciones para celebrar el solsticio y la unión de los pueblos catalanes.
¿Cuándo llega a la Flama a Barcelona?
El 23 de junio la Flama del Canigó llegará a la Plaza Sant Jaume de Barcelona. Los cabezudos de Macers, los gigantes de la ciudad y el Àliga de la ciudad estarán esperando a los voluntarios de transportar la llama tras dos años de pandemia. Tras ellos, el recibimiento empezará con un concierto de la Cobla Sant Jordi-Ciutat de Barcelona. Después del encendido del pebetero, los representantes de cada barrio irán subiendo al escenario para coger el fuego que encenderá las hogueras de toda la ciudad. Todos los actos de recepción de la Flama se pueden consultar en la web del Ayuntamiento.