
Adiós a los presupuestos para Barcelona en 2025. Las negociaciones han fracasado y Collboni deberá afrontar por segundo año un gobierno con unos presupuestos sin aprobar durante un año entero, después de que más de cinco meses de negociaciones y treinta reuniones no hayan servido para alcanzar un acuerdo.
De esta manera, el plan para gestionar los 3.854 millones de euros del presupuesto, el más alto en la historia de la ciudad, queda en suspenso hasta el año que viene.
La vivienda social, el iceberg de los presupuestos
El principal escollo en las negociaciones ha sido la reserva del 30% para vivienda social, que obliga a construir un 30% de vivienda protegida en cualquier promoción nueva de edificios de la ciudad. Esta condición era indispensable para Barcelona en Comú, que exigía su inclusión en los presupuestos. Sin embargo, el equipo socialista ha querido desvincular esta medida de las cuentas, asegurando que requiere «debate más amplio» y no una adhesión inmediata «y acrítica».
Por su parte, desde BComú, Janet Sanz acusó al gobierno de ser «débil y servil ante los especuladores», señalando que Collboni no mostró voluntad real de negociar. “No necesitan ni quieren un presupuesto porque han renunciado a transformar la ciudad”, aseguró. Ambos lados se han acusado de no querer un acuerdo real en la materia y se culpan, en última instancia, del fracaso de estos presupuestos.
Por su parte, Esquerra Republicana (ERC) respaldó parcialmente la propuesta, destacando puntos como los 201,3 millones de euros destinados a vivienda y la ampliación de la inversión en transporte público con 256,3 millones de euros. No obstante, también criticaron la “falta de capacidad de entendimiento” del gobierno municipal y sus pocas ganas de alcanzar un acuerdo.
Cabe recordar que actualmente existe la obligación en Barcelona de reservar el 30% de las nuevas promociones inmobiliarias[/trackLink] y grandes rehabilitaciones para vivienda de protección oficial. Esta normativa, aprobada en 2018, fue pionera en España y tiene como objetivo aumentar el parque de vivienda asequible en la ciudad, en respuesta a la creciente crisis de acceso a la vivienda.
Mobilidad, seguridad… Las propuestas que desaparecen sin nuevos presupuestosEl Ayuntamiento de Barcelona había planteado los nuevos presupuestos, los más altos de la historia, como una propuesta basada en siete ejes prioritarios.
Transporte público: El consitorio había aprobado un Plan de Mobilidad Urbano con una partida de 256 millones de euros, que incluye la conexión del tranvía por la Diagonal y la continuidad de las bonificaciones para los títulos de transporte. Vivienda : Destinación de 200 millones de euros, incluyendo los 60 millones que gestiona el IMHAB, a la construcción y la ampliación del parque público con diversas fórmulas. Políticas sociales: Se prevé un gasto de más de 900 millones de euros en políticas sociales, educativas y de acceso a la cultura y los deportes. Políticas de proximidad: Gasto de 363,6 millones de euros de inversiones en los barrios para mantenimiento y limpieza y el presupuesto propio de los distritos. Diversificación de la economía de la ciudad: 135,3 millones de euros para la promoción del comercio, las pymes y la reindustrialización. Seguridad: Gasto de casi 422 millones de euros. Acción climática: Gasto de 100 millones de euros.Este será el segundo año consecutivo en que el alcalde no logra aprobar presupuestos por la vía ordinaria. Sin embargo, desde el gobierno minimizan el impacto de la prórroga. «Podemos gobernar con presupuestos nuevos o prorrogados», aseguró Valls, mientras fuentes municipales consideran que esta situación no obstaculizará la gestión de la ciudad.