Hay épocas doradas que siempre pasan a la historia. Una de ellas es la del surrealismo, esa prolífica etapa en la que artistas e intelectuales sacaron a relucir su creatividad como nunca antes se había hecho. Durante esos años destacaron figuras como Buñuel, André Breton, Leonora Carrington, Dora Maar o el mismísimo Dalí, un referente en Barcelona y Cataluña que inspiró a generaciones de todo el mundo. En honor a él y su esposa, Gala, acaba de abrir un restaurante de nombre homónimo. Gala se encuentra en el entramado de calles del Eixample y nos acercamos para descubrir su increíble diseño, interiorismo y, cómo no, gastronomía.
Un diseño surrealista
Nada más entrar, Gala llama la atención por sus coloridas paredes. En la recepción, un carrousel nos da la bienvenida a lo que promete ser un espacio que perpetúe la fantasía, la imaginación y la libertad creativa.
El espacio ha sido diseñado por Quintana Partners y nos envuelve en un ambiente artístico que nos hace viajar a la Barcelona de principios del siglo XX. Una reinterpretación contemporánea inspirada en la naturaleza, la forma, el color y la alegría. En ella encontramos butacas y sillones de terciopelo rojo, paredes donde se dibuja un cielo azul y limpio y espejos que contribuyen a ese juego entre la realidad y la fantasía.
En definitiva, un espacio onírico que nos invita a dejarnos llevar mientras disfrutamos de la compañía, el placer de contemplar y el de degustar exquisitos platos de la cocina mediterránea.
La gastronomía
Más allá del espacio, que es sin duda lo que más llama la atención, Gala también destaca por su oferta gastronómica. Josep Maria Masó, chef ejecutivo del grupo Isabella’s (dentro del cual se encuentra este restaurante), ha diseñado una propuesta mediterránea que reúne tradición y modernidad.
Entre sus platos encontramos la célebre tortilla abierta con langostinos, que se ha convertido en uno de los platos estrella del local. También destacan las judías de Santa Pau con chipirones, la croqueta de fricandó o el canelón de rostit de festa major (ideal para estas fechas navideñas).
Además de la cocina típicamente mediterránea, Gala quiere rendir homenaje a una cocina más internacional. Por ello, en su carta encontramos una sección de Sushi Bar en la que destacan platos como el uramaki de toro envuelto en ventresca de atún o el de cremoso de trufa con langostino en panko y salmón.
En definitiva, un espacio que aúna diseño y buena gastronomía y que es ideal para disfrutar por la noche, donde también puedes cenar alrededor de la espectacular fuente que protagoniza su terraza.