Nike en colaboración con el Ayuntamiento ha mejorado el espacio.
Atardecer en la playa y cuerpos que ni esculpidos por Miguel Ángel desafían a la gravedad con flexiones, dominadas y toda forma de calistenia (método de entrenamiento a través de ejercicios físicos con el propio peso corporal). La escena es un poco yanqui y, por ende, la reminiscencia de, no sé, la playa de Santa Mónica se manifiesta.
Los equipamientos ya estaban, no es nada nuevo, pero ahora Nike, a través de su Nike Training Outdoor Project y en colaboración con el Ayuntamiento, los ha mejorado. O, técnicamente, los ha rehabilitado y ha dotado al espacio de barras paralelas, anillas, bancos de abdominales, barras de apoyo elevadas… y toda esta parafernalia susceptible de generar priapismo en un culturista y que permite realizar hasta 18 ejercicios diferentes.
La acción se enmarca en el contexto de la apuesta de Nike por Barcelona como ciudad importante para la marca y en palabras de los responsables bajo el objetivo de: “ampliar la capacidad de las instalaciones, asi como ayudar a los deportistas a mejorar su rendimiento y hacer de la actividad física un habito diario”,
El espacio, que se estrenó el 13 de junio, está en el Espigón del Gas en el Paseo Marítim; en la misma Barceloneta. Y ni que decir tiene que es una zona de entrenamiento de libre acceso.