La empresa valenciana Zeleros presentó hace unos meses en Valencia un modelo realista del ‘hyperloop’, el tren supersónico capaz de moverse a velocidades de entre 1.000 y 1.200 km/h.
La compañía valenciana dio a conocer este prototipo en el Museo de las Ciencias, donde David Pistoni, CEO de Zeleros, lo definió como «el quinto medio de transporte». La tecnología del tren supersónico es posible gracias al desplazamiento mediante suspensión en cápsulas cerradas. A través de túneles, estos trenes pueden alcanzar velocidades que permiten conectar Los Angeles con Nueva York en 45 minutos, por ejemplo.
Según lo explicaba a Valencia Secreta Juan Vicen, cofundador y director de comunicación de la compañía, se trata de «un tubo en el que se extrae la mayor parte del aire y así puedes desplazarte sin resistencia aerodinámica. No te frena y te mueves de forma mucho más eficiente. Este es el límite que tienen muchos trenes actualmente, la resistencia del aire, que aumenta exponencialmente con la velocidad. Ya hay trenes en Japón que alcanzan los 600 kilómetros por hora, pero con un gran consumo energético. Hyperloop es una solución interesante para largas distancias, entre 500 y 1.000 kilómetros, y con velocidades de hasta 1.000 kilómetros por hora. Y sin generar emisiones.»
Zeleros arrancó hace 4 años como un trabajo universitario de un grupo de estudiantes de la Politécnica de Valencia. Participaban en el desarrollo del tren supersónico ideado por Elon Musk a través de un concurso interuniversitario. Y acabaron ganando el premio a mejor diseño y sistema de propulsión, y de la teoría pasaron a la práctica.
«El concepto de Hyperloop nació como tal en Inglaterra hace 200 años», explicaba Vicen. «Un inventor propuso este sistema, y algunos periódicos lo mostraban como un tubo que conectaría Reino Unido con la India. La tecnología de entonces no lo permitía desarrollar, pero ahora se ha evolucionado mucho, con casos como los trenes de levitación magnética, y a nivel de infraestructuras de vacío como el colisionador de hadrones de Suiza. Esto permite demostrar que se podría hacer a gran escala en rutas largas».
Foto: Zeleros