La Estación de Sants cuenta desde este fin de semana con dos cámaras para el control de temperatura de los pasajeros que vayan a pasar por el control de seguridad hacia las vías. Un sistema de cámaras termográficas permite controlar la temperatura de las personas en tránsito, disparando una alerta en caso de que alguna de ellas supere los 37,5 grados de temperatura corporal.
Pero no será esta la única función de las cámaras. También alertará cuando alguien no lleve mascarilla o incluso si la lleva mal puesta, por ejemplo, con la nariz al aire.
Según ha explicado Adif, el sistema se ha importado de los aeropuertos, donde ya estaba instalado, y permitirá evitar focos de contagio en grandes aglomeraciones así como su dispersión a otros puntos del país.
Los responsables de la gestión de las cámaras verán unas cifras sobre la cabeza del individuo en cámara que indicarán su temperatura. En caso de que sobrepase los 37,5 grados se verá obligado a someterse a dos controles más. De confirmarse el contagio, se activará un protocolo que derivará a la persona a una sala con profesionales sanitarios que le examinarán más a fondo.