Así como la tuvo con los pinceles y los lienzos, Picasso tuvo una relación muy especial con la fotografía. Y es precisamente ese vínculo creativo entre el artista y la cámara el que recoge la exposición Picasso, la mirada del fotógrafo.
La muestra, que podrá verse en el Museo Picasso de Barcelona hasta el 24 de septiembre, se ha construido a partir de los archivos personales del artista y se compone de más de un centenar de impresiones fotográficas de época y placas de vidrio inéditas.
A través de la fotografía se descubre lo artístico y lo personal del pintor malagueño. Fotografías hechas por el mismo Picasso pero también por fotógrafos de la talla de Brassaï, René Burri, Robert Capa, Henri Cartier-Bresson, Robert Doisneau, David Douglas Duncan, Herbert List, Dora Maar, Man Ray, Arnold Newman o Edward Quinn, entre otros.
En el caso de las fotos tomadas por el autor del Guernica, hay las que sirvieron para dejar constancia documental del proceso creativo, hay autorretrato, de su vida íntima, de sus conocidos y amigos, de sus talleres, etc. Toda una ventana abierta al interior de la vida del pintor.
La exposición ha sido posible gracias a que en 1992 sus herederos donaros parte del archivo del pintor al Estado francés, un archivo que Anne Baldassari, conservadora del Museo Nacional Picasso-Paris, empezó a estudiar y ordenar a mediados de la década de los 2000.