Las figuras de este año están subidas en palos, giran con el viento y brillan en la noche.
Está claro que a la hora de hablar de belenes la Plaça de Sant Jaume está en todas las bocas por estas fechas. Desde hace algunos años, los belenes que se colocan aquí no hacen otra cosa que sorprender. Sorprender, y para muchas personas, horrorizar. Y es que por suerte o por desgracia lo arriesgado de sus diseños no deja a nadie indiferente porque la palabra tradicional no tiene hueco para describirlos.
Hoy se inaugura el de este año, y no defrauda. Se trata de un belén aéreo con las figuras puestas encima de palos de cinco metros de altura. Son las típicas figuras de un belén, pero de típicas no tienen nada. Son 25 recortes brillantes de metacrilato que giran con el viento, como si fueran banderas, para que desde ningún lado de la plaza puedas perdértelas. Durante el día reflejarán sus colores por las fachadas de la plaza y por la noche estarán iluminadas.
El responsable de la criatura es el arquitecto Jordi Darder, quien ya tenía experiencia en belenes poco tradicionales después de sus trabajos en Montcada i Reixac. El belén está entre nosotros, le pese a quien le pese, hasta el 7 de enero.
Nosotros estamos aquí sentados, esperando a que Twitter haga su trabajo y se llene de memes.
Foto de portada: Ferran Nadeu (El periódico)
Fuentes de la información: El Periódico y La Vanguardia