
La primera Illa Eficient de España se encuentra en l’Eixample, entre las calles Viladomat, Diputació y Calàbria con Gran Via de les Corts Catalanes. Proyecto pionero y modelo que pretende ser replicado en entornos urbanos similares y que garantizará un ahorro del 30% de energía.
Ya no solo es el problema ambiental lo que hace urgente el cambio, es que gran parte de las fincas de Barcelona se encuentra falta de las reformas que se necesita. Según Tot Barcelona, sólo un tercio de las viviendas inspeccionadas entre 2013 y 2019 cumple con los requisitos mínimos que los certificados de eficiencia energética requieren para otorgarse.
Y existen varios caminos propuestos para dar un giro a esta situación que se presenta insostenible: este es uno de ellos. Se trata de la primera comunidad energética en Barcelona formada por propietarios. Se está gestando en l’Eixample desde 2015 y agrupa 22 edificios, 390 viviendas y 700 vecinos.
El plan se articula mediante cooperativa, aunando la rehabilitación energética de los edificios, con el autoconsumo gratuito de energía fotovoltaica. Un plan visionario que se proyecta en consonancia con los fondos Next Generation de la Comisión Europea e impulsado por Habitat Futura.
La semana pasada, el grupo asistió a una visita oficial de la primera finca, en Calabria 100, junto con representantes de la Secretaria d’Habitatge de la Generalitat de Catalunya, del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) —el organismo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico— y el ayuntamiento de Barcelona.